A la hora de establecer las posibles causas que nos expliquen los problemas de erección hay que determinar si cabe establecer una etiología orgánica de la disfunción o si sólo obedece a causas de carácter psicológico.
Múltiples factores pueden alterar este proceso: fatiga, consumo de alcohol y drogas, consumo de fármacos, algunas enfermedades y múltiples factores psicológicos entre los que la ansiedad aparece como la más relevante. Se estima que la mayor parte de los problemas de erección tienen una causa de base psicológica.
La ansiedad ante la situación de interacción sexual, la auto-observación durante la interacción, los pensamientos obsesivos, el exceso de preocupación respecto a su compañera, el miedo a no lograr una erección adecuada, la preocupación exagerada respecto a la calidad de la ejecución o al rendimiento sexual, el no centrarse en disfrutar la situación, todo ello puede bloquear la erección (Labrador, 1994).
Se relata el caso de un jóven de 20 años, homosexual, que presenta problemas erección. Es un chico que está cómodo con su identidad sexual, todas sus experiencias anteriores han sido buenas, ninguna resultó traumática. Tiene problemas para conseguir la erección y por vergüenza deja de lado su vida sexual con otras personas, solamente se masturba en soledad pero con muchas dificultades.
Las primeras sesiones consisten en realizarle varios tests como Sexual Opinion Survey (SOS) de Fisher y cols. (1988). Versión castellana de Carpintero E., y Fuertes A. (1994), Cuestionario de Placer Sexual: Hombres (Annon, J.S., 1975), TAI A/R de Spielberger (Se administraría también a la finalización de la terapia), entre otros. Se obtiene el diagnóstico, y se le brindan una serie de ejercicios de relajación y excitación que deberá realizar en su casa, se aclaran dudas y se le da toda la información que sea pertinente.
En las sesiones de hipnósis, se lo lleva a estados de raljación profunda a través de la visualización de paisajes agradables, y la guía del terapeuta. En otras se lo lleva a estados de excitación, visualizando a una persona atractiva y un encuentro con ella, luego se induce a la relajación sexual. En algunos casos se le da rienda suelta para que visualice sus propias fantasías y las disfrute.
Al finalizar 10 sesiones y el seguimiento, el muchacho se recuperó por completo de su problema logrando volver a su vida sexual normal, e incluso con más tranquilidad y disfrute que antes.
Aquí está el estudio completo de este caso.
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