viernes, 3 de octubre de 2008

Placer para mí, placer para tí... y a quién se lo puedo contar?

Ayer leí la noticia de que sancionaron a dos adolescentes, una chica de 14 y un chico de 15, por tener relaciones sexuales con el uniforme del colegio... La cuestión fue algo así: chico y chica después del cole se fueron a una estación de servicio a tomar algo; chico y chica se pusieron hot; chico y chica fueron al baño del lugar; chica realizó una felattio de muy buena gana con los ojitos cerrados, chico estúpido la filmó con su telefonito sin avisar. El video giró por toda la ciudad, lo vieron los directivos y pumba! Sanción para ambos. Si yo fuera la directora, pondría un muy buen castigo a ese niño estúpido, que se concentró más en poder registrar el momento que en entregarse.
Muy cierto es ese "chiste" de un hombre perdido en una isla con una mujer escultural, que después de haber tenido sexo con ella, se lamenta de no tener algún amigo cerca para poder contarle.

Ahora... que tabú sigue siendo el sexo, a pesar de todo el desate juvenil; debo reconocer que hoy los adolescentes tienen más relaciones sexuales que cuando yo iba al colegio. Es increíble que la sexualidad se viva desde un lugar tan pacato, tan mediocre, tan frívolo, tan nada.

El detalle del colegio, me trajo un recuerdo muy agradable. La primera vez, que afortunadamente no fue nada de lo que decía el vox populi escolar: "duele", "sale sangre", "no se disfruta", "después te arrepentís"; y tuvo bastante más que ver con lo que me dijo mi mamá: "es emocionante", "te hace cosquillas", "es divertido", comentarios que siempre iban acompañados del "pero tenes que cuidarte y usar preservativo porque no quiero ser abuela ni enfermera", sí, tengo una mamá muy directa.

Con mi mejor amigo nos iniciamos en la exploración del sexo opuesto desde muy temprano, fue mi primer beso, mis primeros manoseos, y la primera vez. Nos tomamos muy enserio la investigación.
Ese día fue cinematográfico. Acto escolar que se prolongó hasta la tarde/noche, el no era de mi colegio pero con sus amigos nos fueron a buscar para después salir juntos a callejear un rato. Los muchachitos pasaron con algunos termos hasta la cancha donde era el acto... termos con cerveza, no era tanta para la cantidad que eramos, pero las hormonas y la exaltación hicieron surtir efecto del elixir que pasaba entre nosotras en vasitos de cafe.
Me escabullí de las gradas, y me quedé abajo con mi amigo M. escuchando música de su walk-man, hasta que decidimos hacer un recorrido por el cole vacío. Desolado.
Cosquillas, pellizcos, besos en el cuello, bromas, caminar abrazados para seguir escuchando la música. Nos metimos a un aula, me senté en una mesa y en frente mío de pie dando vuelta el cassette con un pico dulce en la boca. Intercambiabamos el chupetín, sus manos de tanto en tanto se apoyaban en mis piernas, por debajo de la pollera, me acomodaba el pelo, le acariciaba el cuello, algunos besos, y Nena con 99 Luft Balons nos dio la largada. Los besos eran más efusivos que nunca, me agitaba, notaba la respiración de M. fuerte, golpeándome en el rostro, nos apretábamos, nos alejabamos para tocarnos y nos volviamos a abrazar lo más fuerte que podíamos, mi camisa se abrió, mis manos luchaban con su corbata para colarse por su cuello y sentir piel, me mojaba, sus manos algo torpes me abrían las piernas y su cuerpo se apretaba con el mío, como si lucharamos por un mismo espacio. Odié tener que detenerme para que el pudiera con su preservativo, pero había que hacerlo.
No dolió tanto, solo al principio y muy poco; no hubo sangre, será por danzas, equitación, o lo que sea, agradezco que no la haya habido; sí se disfrutó, mucho, si bien eramos dos inexpertos en la materia la emoción, la exitación y las ganas eran muchísimas, y hubo placer para ambos.
De más está decir que luego de ese día, nos procurábamos momentos de placer cada vez que podíamos, eramos chicos, y poder acceder a esos encuentros era un lujo.

Es tan bueno tener un recuerdo tan agradable de la primera vez... creo que mucho de eso se lo debo a las enseñanzas que recibí en mi casa. Nunca se me prohibió hablar de nada, de hecho siempre se me incitó a expresarme, de la manera que quisiera, y si hay algún consejo que resuena en mis oídos hasta hoy es "Sé libre".


En fin, hasta el día de hoy, cada vez que oigo alguna de las canciones que fueron nuestra banda de sonido, se me estremece la piel, me tiembla el alma, y me brota una emoción increíble.


















4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Nos tomamos muy enserio la investigación." jaja y muy enserio lo de "if the kids... are united..."

Anónimo dijo...

Siempre dije que eras una pendeja brava y exótica, jajajaja. Mi primera vez... ay dios! fue un poco bastante accidentada, terminé con la espalda perforada por el freno de las riendas, y apestando de haber estado sobre ese sobrepelo, muy ecuestre lo mio amiga.

Anónimo dijo...

Ahhh que linda historia!!!
Mi primera vez tambien fue con mi mejor amigo, en el sillon de la casa de mi abuela, justo despues de una fiesta de 15. No pudimos poner musica, y nos la pasamos luchando con el sillon que hacia ruido todo el tiempo!! pero fue hermoso

Anónimo dijo...

la verdad que el chico que la filmo es un pelotudo, y todo culpa de los grandes tabú, en vez de enseñarles a los chicos que el placer es bueno, que darse placer unos a otros también es bueno, se les enseña a denigrar a la persona que se hace cargo de sus ganas de placer, como si estuviera mal. y el chico, no sabe pensar por sí mismo, si estas gozando, está bien.