Nutricosmética

Para mí siempre ha sido todo un tema el del bronceado, no tengo la paciencia ni las ganas de quedarme tirada en el sol más de 10 minutos, el calor, la transpiración, el aburrimiento ya que hasta ahora no encontré una cómoda posición para leer sin alterar el bronceado y quedar con la cara blanca, y las ganas de meterme al agua, siempre resultan más fuertes que el deseo de un bronceado perfecto.
A eso sumemosle que nunca he podido ser constante en ningún tratamiento con cremas, a veces por frío y otras por pereza... En fin, para gente como yo ha llegado la nutricosmética. Es importante aclarar que no se trata de un medicamento, sino de un complemento nutricional que, si bien no entraña riesgos para la salud, tal y como explican fuentes de los laboratorios Innéov, es imprescindible respectar las dosis recomendadas. Vogue









Fotoprotectores orales: cubren las deficiencias de la protección tópica, protegiendo la piel frente a los antioxidantes a nivel celular, además de prevenir la aparición de eritema solar, tal y como afirma el doctor Salvador González, científico de la universidad de Harvard.

Píldoras para la piel: tratan los primeros signos de envecimiento y algunos problemas específicos como bolsas y ojeras. El punto fuerte de estos tratamientos es proporcionar los micronutrientes que nuestra piel necesita y que no aportamos en cantidad suficiente a través de nuestra dieta.





Para el cuerpo: quizá las píldoras para evitar la retención de líquidos, eliminar toxinas y complementar tratamientos anticelulíticos, son la versión más extendida de la nutricosmética. Suelen contener extractos de uva y té verde para mejorar los procesos de drenaje y microcirculación sanguínea de nuestro cuerpo.

Para el cabello: las fórmulas más habituales contienen zinc y vitaminas del grupo B para redensificar la fibra capilar y estimular su crecimiento.