miércoles, 26 de marzo de 2008

Voyeurs




Esta palabra de origen francés significa mirón, el que espía. Es la persona a la que le atrae, le excita observar a la gente sin que estas sepan generalmente lo que está sucediendo; el riesgo de ser descubiertos espiando no es otra cosa que un "resaltador de sabor", el saber que se está haciendo algo indebido siempre es un poquito tentador...

El voyeurismo se da, en mayor medida, en hombres, mayoritariamente heterosexuales, ya que es el hombre el que depende más del sentido de la vista para alcanzar la excitación sexual.
El diagnóstico diferencial se basa también en el conocimiento del hecho de ser observada por la persona objeto de la conducta. Algunos autores como Langevin y Lang, consideran la pornografía como un acto voyeurista, siempre que este acto constituya la fuente primordial de excitación sexual de un sujeto, o una conducta recurrente. (Wikipedia)

Generalmente se trata de personas retraídas y que han tenido dificultad para relacionarse con el sexo opuesto durante su adolescencia y despertar sexual.

Ojo ! A todos nos puede resultar emocionante el observar a alguien o a una pareja alguna vez... pero el voyeur centra toda su sexualidad en ese tipo de actividad.

Existe una similitud en el candaulisme que consiste en la excitación al observar a la propia pareja con otra persona, algo que al día de hoy me es extraño, personalmente me considero y asumo una mujer celosa y hoy por hoy no me considero capaz de enfretarme a eso. Pero... he fantaseado al respecto algunas veces, puede resultar muy excitante pensar en nuestro amante habitual en una situación sensual, sexual con otra persona.

Hay países en los que el voyeurismo está considerado un crimen, por ejemplo en Inglaterra, Canadá y Estados Unidos. Aquí en la Argentina eso no sucede.

Si bien generalmente el voyeur disfruta viendo gozar a otras personas, ya sea teniendo relaciones sexuales, masturbándose, duchandose, vistiendose... hay una rama de ellos que disfrutan siendo espectadores de sufrimiento ajeno, esta práctica se denomina schadefreude.

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