Encontré noticias sobre turismo sexual con niños, donde a niños de la calle se les pagaba por mostrarse y dejarse tomar fotografías desnudos, entre otras cosas.
Recuerdo habe visto en un programa televisivo, creo que Policías en acción, a una nena que vendía flores en la calle, y contaba con total naturalidad que a veces desde los autos la llamaban ofreciéndole dinero para que toque o chupe el miembro de algún cerdo perverso.
Página 12 :
Publicaban e intercambiaban material pornográfico, en los que se exhibían a menores de edad desnudos, que eran sometidos a abusos sexuales y violaciones.
En el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes están registradas 170 denuncias de explotación sexual de menores, 16 de las cuales se realizaron en los primeros tres meses de este año.
Nueve de cada diez denuncias por violación y abuso sexual terminan en la impunidad, según un estudio de la unidad fiscal especial para ese tipo de delitos.
Se las ve trepar a los camiones o a los autos que van y vienen silenciosos de la provincia por el puente Alsina. Cada noche, después de delinear el rimel de sus pestañas y calzarse una mini ajustada, se paran en la esquina de Amancio Alcorta y Perito Moreno, en Pompeya y esperan que aparezcan los clientes.
La prostitución infantil está en todos lados, sólo hay que mirar con atención. En octubre de 2005 un informe elaborado por operadores del Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires detallaba la situación en la que vivían unos 30 chicos en el barrio de Nueva Pompeya, sometidos al trabajo infantil en el caso de los varones y a la explotación sexual en el caso de al menos seis de las niñas.
“En esta zona gran cantidad de hombres que conducen camiones, autos particulares, taxis, etcétera, ofrecen dinero a las chicas a cambio de sexo. Algunos las llevan en sus vehículos a sus domicilios, a hoteles, a las vías del ferrocarril, o a las calles que se encuentran detrás de las avenidas. Generalmente pagan entre 3 y 5 pesos”, describe el informe que fue mantenido en reserva y forma parte de una de las denuncias penales iniciadas en la Fiscalía de Pompeya.
Camila mira el horizonte de la avenida Amancio Alcorta y estudia con los ojos achinados al chofer que viene al volante, un potencial cliente. A veces –dice– en una hora, hacemos cuatro viejos. Después cruzamos a la villa a drogarnos. Me pierdo allá y cuando no tengo más, vuelvo”.
Lo que también recuerdo, es que a finales del año pasado leí una nota en la que el número de mujeres desaparecidas en Argentina durante el 2007 ya ascendía a más de 400. Es un insulto que el tema no sea más tratado, investigado y erradicado.
Pues, en La Gaceta, el tema de la trata de blancas ha sido expuesto, y allí encontré algunos artículos sobre la prostitución no solo de menores pero que si incluyen el secuestro y explotación de mujeres, sobre todo en el Norte y Tucumán, no porque sea la zona con mayores problemas, sino porque se trata de un diario tucumano.
Leyendo el artículo me enteré de que las leyes están tan mal elaboradas (¡Sorpresa!) que en algunos casos es imposible condenar a los tratantes que no estarían cometiendo ningún delito.
Las redes de prostitución pagan entre $ 100 y $ 5.000 por una mujer, dependiendo de la edad y de las características físicas de la víctima. Este es uno de los datos más importantes que obtuvieron distintos organismos del Estado que están investigando las redes de prostitución en la Argentina. En Tucumán, casi 200 chicas están desaparecidas de sus hogares (la mayoría de ellas “fugadas”), y siendo prostituidas. A cinco años de la desaparición de María de los Angeles “Marita” Verón, en nuestra provincia combatir a las redes de trata de blancas es casi imposible.
“Son casos muy complejos porque es difícil que las mujeres sometidas denuncien el hecho, ya que muchas veces se encuentran amenazadas por los proxenetas”, explica la fiscal Adriana Reinoso Cuello, que investiga la desaparición de “Marita”. La fiscal indicó que se actúa de oficio cuando reciben denuncias sobre sitios que estarían funcionando como prostíbulos, pero cuando se realizan allanamientos, las mujeres, muchas veces, aducen que son camareras.
Entre otras trabas, la Policía enfrenta la dificultad de rastrear a las víctimas. “En los casos de explotación sexual tenemos que utilizar lo que nos brinda el Código Penal, pero no tenemos todas las herramientas para investigar. Hay un vacío legal en ese sentido”, explicó el subcomisario Miguel Gómez, jefe de Seguridad Personal. El policía, además, advirtió que desmantelar los prostíbulos es muy difícil.
Un triángulo
Una vez que las mujeres son captadas pueden ser llevadas a distintas provincias, e incluso fuera del país. Los investigadores advierten que hay una red triangular entre Santiago del Estero, Catamarca y Tucumán, en la cual van rotando a las víctimas, pero que además pueden ser llevadas a otros destinos, sobre todo a La Rioja o a Río Gallegos. Según cifras oficiales, los proxenetas llegan a regentear hasta a 30 mujeres.
En base a los datos que se obtuvo en el caso Verón, los investigadores describen de esta forma el proceso de captación: en primer lugar, los secuestradores efectúan un trabajo previo de inteligencia para localizar a mujeres. Luego, interceptan a las víctimas en la vía pública y las suben a un automóvil. Otra variante es la sentimental. Se convierten en sus novios y luego logran que se escapen con ellos. Posteriormente son drogadas y trasladadas a un lugar donde las violan y las golpean. Si la víctima se niega a ser explotada, comienzan las amenazas de muerte hacia ella o su familia. En la casa se considera como fuga del hogar. Los Policías, conversando con amigas y allegados a la víctima, terminan deduciendo que la chica se fue con un novio. Pero, por lo general, tampoco tienen datos del hombre. Sólo les dicen que son de otra provincia, y les conocen algún apodo. En algunas ocasiones, cuando se sienten seguidos de cerca, los proxenetas liberan a las chicas. Pero cuando no se detecta a estos hombres, se las terminan llevando.
La fiscal Reinoso Cuello señaló que las distintas redes de prostitución que funcionan en el país se encuentran comunicadas entre sí y que resulta muy difícil descubrir y desarticular estas organizaciones que trabajan en la clandestinidad. “Generalmente reclutan a jóvenes de hogares humildes y las engañan con ofertas laborales”, recalcó.
A pesar del incremento en los casos de secuestros para la explotación sexual, en la Argentina, la trata de personas no está tipificada como delito. “Nuestro Código Penal no pena la trata interna, es decir la que se realiza de una provincia a otra”, explicó Gómez. “La consecuencia es que no se puede imputar ni penalizar a los tratantes, porque no estarían cometiendo un delito”, dijo el abogado penalista Alejandro Diéguez.
1 comentario:
Hola como están, quiero platicarles mi caso, yo trabajaba en un restaurante llamado los manteles cocina tradicional la noria, y en este lugar yo era cocinera, al principio todo estaba bien me sentía cómoda, pero con el paso del tiempo el patrón empezó a exigir sin otorgar remuneración económica quería que trabajara a horas que no me tocaban y hasta quería que fuera a su casa a hacer limpieza de su casa cuando mi puesto es de cocinera y no de limpiar casas, a partir de esto el señor que se llama Sergio Quiroz Corona, empezó a acosarme y fastidiarme la vida en el trabajo ya no podía trabajar tranquila si que esta basura me faltara al respeto rebajando como ser humano, era diario que hacia comparaciones en público de mis apariencia física y mi forma de trabajar, cada semana de pago se me descontaba dinero de mi salario que así ya era poco, y cada vez que reclamaba el supervisor un tal Mario Cortes Tirado no me apoyaba y siempre me decía que su jefe fue quien dijo que se me descontara y sin darme explicaciones de porque también cuando salía de noche es decir en el horario de la noche se me retiro el apoyo de transporte ya que salía a las 11 de la noche, en esa ocasión uno de los dueño un tal Hugo Quiroz Corona quien de la forma mas maricona que puede existir le dijo al supervisor Mario que me dijera que ya no tenía apoyo de transporte de lo cual tampoco me pudieron dar una explicación de por qué, sinceramente tengo miedo de estas personas ya que por comentarios de trabajadores de este lugar me entere que el tal Sergio Quiroz corona y el tal Hugo Quiroz corona son tratantes de blancas y se dedican de forma clandestina a contratar mujeres menores de edad en el restaurante para después prostituirlas, la verdad eso fue lo que sentí en un principio cuando estos señores empezaron a pedirme que fuera a sus casas, realmente ahora voy atanco cabos y me doy cuentas que todo el acoso laboral que me hicieron fue porque no caí en su trampa. Por favor les pido me ayuden a divulgar esto para que no pase mas, esto es real está pasando la ciudad de Puebla no es exenta de estas cosas atrocidades sociales, en Puebla existe gente pederasta, por favor autoridades ayúdenme investiguen esto, no sé realmente si soy la única que se pudo dar cuenta de estas gentes o si ya ha habido chavas que han pasado por lo mismo o si ya han pasado desgracias a manos de estas personas.
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