Desde el punto de vista médico, el sexólogo Manuel Lucas Matheu advierte que el único riesgo del sexo acuático está ligado al uso del preservativo, mucho menos eficaz, y al lugar donde se practique. En esto último, Yasenchak tiene experiencia, porque ha rodado algunas escenas en pleno océano, a una profundidad de 60 pies. “Pero las anécdotas más inocuas tienen que ver con las secreciones nasales de algunos actores”. La toma, por divertida que sea, se corta en postproducción para que no aparezca.
Algunos de los fans del sexo acuático se acercan al género atraídos por la excitación que rodea a las prácticas cercanas a la asfixia. Este mito, muy explotado en el mundo oriental, tiene riesgos en el set de rodaje. Las películas de Yasenchak tienen dos modalidades: mediante bombona de oxígeno o buceo a pulmón. Esta última es la más costosa en términos de tiempo, ya que rodar quince minutos de escena puede llevar más de una hora.
Por supuesto que también tiene sus contraindicaciones, o mejor dicho, debemos tomar ciertas precauciones. La utilización de snorkel no me parece muy recomendable, con el traqueteo una puede terminar tragando agua y algas a mansalva; el tema de la lubricación también es algo incómodo, pero no es imposible, y una vez que estamos en la carrera se siente bien rico.
1 comentario:
Mis experiencias en piscinas, ríos y mares, no han sido nada buenas. Cero lubricación, mucha incomodidad. No es lo mío la "piragua"jajaja. Pero está bueno ver a otros, es verdad que los cuerpos se ven mucho más lindos.
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