miércoles, 16 de enero de 2008

Roberto Valtueña

¿Cómo empezaste tu carrera de director X?
Yo era ingeniero de sonido pero, como hobby, siempre me gustó coger una cámara. Todos mis amigos son realizadores, directores de cine o de publicidad, y quieras o no, compartes con ellos ideas. Hace dos años hice un corto, ‘La mujer del espejo’, y lo presenté en el festival. No tenía escenas de sexo, lo rodé con unos amigos y una chica que hacía striptease, que me dijo que se sentía cómoda quitándose la ropa pero no quería rodar porno. La acogida fue muy buena, gané un premio y contacté con varias personas. La gente de la industria me dijo que estaba muy bien, pero se quedaron con la duda de si sabría rodar escenas de sexo. Es complicado introducirse porque las actrices de renombre se lo piensan dos veces antes de rodar con un director nuevo. Pero a Silvia [Lancome] le pedí que leyera el guión, le expliqué su personaje y enseguida dijo que sí. Al final, rodamos todas las escenas de ’The gift’ en nueve días en Barcelona.

¿Qué películas influyeron en tu manera de ver el erotismo?
Eso va un poco por etapas. Todo el mundo em- pieza por las míticas de Andrew Blake y Michael Ninn. Actualmente, las películas que más me gustan son las de Paul Thomas. De hecho, me gusta cualquier director que intenta crear una historia y el sexo se convierte en parte de esa historia. Es la historia la que lleva a la escena de sexo, no al revés. Para mí es importante cómo narra la película.

¿Quiénes son tus actores y actrices fetiche?
Yo me enamoro de los actores con los que trabajo. Eso le pasa a menudo a los directores de cine convencional. Con Silvia, por ejemplo, me involucré mucho. Me enamoro de la gente y realmente creo en ellos, al menos durante este rodaje. Otra cuestión es con quién repetiría y con quién no. La gente me ha dicho muchos piropos. Uno de los más bonitos vino de Mick Blue, cuando acabamos la escena de ’The gift’ en la discoteca. Teníamos barra libre, él se acercó y me soltó: "Soy alemán y bebo mucho, y aún no he bebido nada, así que te lo digo ahora: si sigues tratando así a los actores y actrices, si eres capaz de crear este clima que muy poca gente sabe crear, llegarás muy lejos. Los actores harían contigo lo que les pidieras".

¿Y cuál es tu secreto?
A mí me gusta, en el caso de las actrices, trabajar el personaje. Cuando ellas han interpretado y luego llega la escena de sexo, es como si dijeran: "Ahora voy a dar todo lo que sé y necesitas para tu película". Y así que me dan muy buenas escenas.

¿Dirigirás exclusivamente para Thagson?
Posiblemente sí. ’The gift’ está distribuida por Thagson. Aunque en el Festival de Barcelona se me acercaba mucha gente, ellos me llamaron la atención, sobre todo porque tenían mucha ilusión. Para mí la ilusión es importantísima. Muchas veces la valoro por encima de otras cosas.


¿Cómo ves tú el cine X español?
Estamos ante cambios muy importantes. Ahora hay directores como Pepe Catman o Erika Lust, con ideas propias, muy personales, y creo que eso es bueno para todos. El problema es que cuando tú vas a ver una peli de cine convencional, reconoces las diferencias; en cambio, ¿cómo reconoces las diferencias en un sex-shop entre un gonzo y una película de guión? Yo estuve buscando una película entre miles y miles, miraba y me sentía como Indiana Jones cuando encuentra una caja con el emblema nazi. Si la carátula de mi película está al lado de otra con una tía más espectacular y ni mi nombre ni el título significan nada para el que busca, seguramente le atraerá más la otra y se quedará con la otra... aunque a lo mejor el contenido de la mía es lo que está buscando. Es decir, que no tenemos que hablar sólo de mi producto, sino también de cómo llegar al público al que le gusta mi producto. Puede que el cliente habitual de un sex-shop no sea el que busca un tipo de película como la mía. Pero eso ya es un trabajo de Thagson, saber cómo sacar el producto adelante. Por ejemplo, yo creo que, por todo lo que incluye, mi película está dirigida también a las mujeres.

¿Crees que hace falta un porno para mujeres distinto del masculino?
A una cierta edad, cuando una persona se hace mayor, va adquiriendo más sensibilidad femenina en cómo ve las cosas. Para los hombres, el sexo es mucho más sencillo. Simplemente hace falta que una mujer lleve una minifalda. El hombre se excita rápidamente, es increíblemente fácil. En cambio, creo que la mujer necesita un poquito más para excitar su libido. Alguien dijo un día: "El hombre es como una bombilla, tocas el interruptor y ¡pam! ya está encendido. La mujer es como una plancha, lleva tiempo calentarla. Pero, eso sí, cuando se enciende quema más que la bombilla". Esa creo que es la diferencia. Plantear una escena te obliga a elegir entre diferentes ángulos de cámara, y al rodar una escena de sexo, es inevitable, como director das una perspectiva masculina. Por ejemplo, cuando ruedas una felación estás enseñando la cara de ella, pero lo que más le pone a una tía es ver la cara del tío. Ahí está la diferencia. Y es difícil evitarlo porque tú llevas la cámara y vas buscando planos de lo que a ti te pondría. Siempre hay un motivo para tus elecciones.

¿Los guiones de tus películas son fantasías tuyas?
Muchas veces parto de historias muy básicas y, a partir de ahí, se desarrollan. Escribo cuando puedo con las fotos de las actrices delante mío. En el caso con Silvia, ya había escrito el guión, pero volví a escribirlo después de conocerla. A través de conversaciones que tienes intentas saber cómo es ella como persona, para implicarla en sensaciones más cercanas. Al final conseguí todo lo que quería de ella como actriz porque se sintió totalmente identificada con la situación. Creo que esa fue una de las razones por las que Silvia estuvo tan bien.

¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?
Sí, y aunque quiero que el producto tenga salida y tengo que seguir unas normas respecto a la duración de las escenas de sexo, me gustaría romper esas normas. Quiero hacer escenas mucho más cortas, más directas, mucho más integradas en la historia. El guión de una película porno suele ser de 18 páginas, y esta vez tengo 110, así que habrá mucho que interpretar.

Parece muy ambicioso.
Lo es, y eso hace que mucha gente me pregunte si estoy seguro de querer meterme en esto. La historia tiene lugar en el futuro. Imagínate una Barcelona con un look a lo ’Mad Max’, bastante decadente. Habrá mucha posproducción de imagen. Es la historia de dos chicas y tiene escenas de sexo violento porque retrata un mundo violento. Ellas son como ratas de la calle y asumen las cosas con gran fortaleza, como lo hacen las mujeres de sus características. Una actriz porno puede ser muchas cosas, pero está claro que es una persona fuerte. Tendrá sus momentos bajos, pero en general es fuerte. Las protagonistas serán chicas de la calle viviendo en un ambiente totalmente hostil. Y se vuelven personas muy duras.

¿Es una historia de amor?
Es una historia de amor entre estas dos chicas sin ser una película lésbica. El amor puede ser de cualquier forma. Una de las chicas será Salma [de Nora], que tiene un potencial interpretativo enorme. La escena de la calle en ’The gift’ [rodada de madrugada, en la que Salma interpreta a una prostituta que folla sobre un coche con Mick Blue] fue casi improvisada. Me ha sorprendido porque es muy guapa y tal, pero frente a la cámara se crece, tanto en fotogenia como en capacidad interpretativa. De ella me gustan sus ganas, su look, su sexo evidentemente, y su capacidad. Creo que, actualmente, es una de las mejores actrices a nivel internacional, y se le puede sacar más provecho del que se le ha sacado hasta ahora.

¿Me puedes adelantar el casting?
Te puedo decir que el 80% de los actores serán de aquí. En total salen 177 actores, hay trabajo para todo el mundo. Será una película con muchas escenas de sexo muy cortas, en vez de escenas de veinte minutos. Así que habrá mucha más variedad, mucha más historia, muchas localizaciones y también muchos efectos especiales. Utilizaré actores de cine convencional para papeles sin sexo. Será un poco diferente a lo habitual. Estamos muy ilusionados. Yo creo que va a ser un bombazo, un producto de aquí que podremos presentar con orgullo en los festivales de fuera.



Nota publicada por Primera Linea

1 comentario:

azhelem dijo...

Entonces ahora siempre pide los códigos?
Uff, qué bajón, parece terra.