lunes, 7 de enero de 2008

Sexo y Tarot

Algo que me resulta muy sexy es el esoterismo, supongo que es porque me sorprende y también da mucha curiosidad...
Tengo una amiga que tiene sus años leyendo las cartas y a lo largo de ese tiempo ha juntado una buena cantidad de barajas. En una de mis últimas visitas me enseñó las últimas que había adquirido y que venía buscando hace bastante. El Tarot del Kamasutra. Pueden ver estas cartas en su blog personal Tienda Gitana.

Mmmmm... Sexy!

Por supuesto le obligué una tirada...

Pasados los días le pedí le supliqué e imploré que me las prestara, había invitado a Diego a cenar a casa y quería tenerlas para pedirle a él que me las tire... La idea me caía muy bien.
Afortunadamente mi amiga aceptó, sabe el cuidado que tengo con las cosas preciosas que me prestan mis amigos.

Diego llegó a casa y la cena transcurrió normal, el coqueteo que siempre tengo con el sin llegar a concretarse hasta el momento. Nose porqué pero con el me gustó hacer eso, darle a entender que tiene todas las de ganar conmigo, pero aún así nunca me pudo poner una mano encima. Pues esta noche tenía planeado dejarlo.

Cuando llegó el momento, saqué las cartas y se las dí. Se quedó fascinado, y es que el todavía no las conseguía. Vi fuego en sus ojos, pero también sentí que pensaba que esta sería otra señal más que no llegaría a fundirnos.
Apagamos las luces y nos sentamos en el piso con unas cuantas velas, uno frente al otro. Yo abrí mis piernas para que el hiciera la tirada entre ellas, por supuesto, con el cuidado de acomodar mi pollera discretamente. Con la escusa de ponerme cómoda a medida pasaba el tiempo mis piernas cambiaron de posición muchas veces, a veces rozando con mis pies las suyas, y poco a poco descuidandome más con mi pollera.
Que hermoso mirarlo, su concentración, mirando las cartas fijamente, serio, mirando a dos personajes entregándose al acto sagrado del sexo. Falos, vaginas, pechos, besos, copulas, empecé a sentir el calor entre mis piernas, la ansiedad de mi sexo que latía y quería un orgasmo.
Mis pezones no tardaron en exitarse con la escena y el rose de la tela, movía mis hombros suavemente para que el roce fuera más placentero. Cómo me exita verlo leyendo las cartas, sus labios se tuercen muy leve en una mueca muy sexy. Sus ojos, yo imaginaba esa mirada estudiando mi sexo, buscando la manera de llevar tomar entre sus labios mi clítoris... "Es increíble, el sabrá todo lo que estoy imaginando?"
De repente me sorprendió tomandome del tobillo con su mano, sin abandonar su lectura, su concentración en las cartas. Como al descuido inició un masaje en mis pies que terminó por llevar mis pensamientos a la lujuria total, quería que me tomara, que me poseyera en todas las posiciones que ahora estaban a nuestra vista sobre la alfombra. Sus dos manos en mis pie, lo levantó sin importarle que yo llevara pollera y lo apoyó en su entrepierna mientras seguía dandome el masaje.
De a poco mi pié fue descansando sobre el, noté que estaba exitándose también e inicié yo un masaje dando circulos con el pié sobre su pantalón que apretaba cada vez más. Me exitaba de sobremanera que el no se sorprenda.
Se abrió el pantalón y me dejó a la vista todo su mienbro, erecto por completo, hermoso, rosado, de piel suave... debe tener un sabor increíble pensé. Me quité la remera para que viera mis pechos, el se quitó la camisa mientras me pedía que mezclara nuevamente las cartas. Ahora su mano subía por mi pierna.
Mi pelo cayendo sobre los pezones, mi respiración cada vez más agitada, y el, tan sexy como nunca, llegando ya con su pulgar a rozar mi bombacha.
Me acostó y agachado sobre mí levantó mi pollera y me propinó un masaje increíble, sus manos calmaron mis muslos, piernas, vagina y clítoris. Justo antes de que yo pudiera acabar dejó de tocarme, sus manos masajeaban ahora su pene y me acerqué para finalmente saborearlo. Me sentía enloquecida, él podía hacerme acabar, tenía que hacerlo, mi exitación crecía a cada segundo, mi lengua lo saboreaba, lo mojaba, sentía su lubricación hacerse presente. El se tensaba dentro mío, hinchado, enrojecido.
Optamos espontáneamente por que yo me apoyara de rodillas en el sillón mientras el me tomaba por detrás, sus dedos me exitaban todo el tiempo, era irresistible, estaban en mis pechos, mojados con saliva y nuestros líquidos, en mi abdomen, en mi vagina, en mi cuello junto a su lengua, en mi espalda cuando decidía tomar distancia para verme mejor, en mis nalgas, primero en suave roce, luego garras que me movían para propinarse placer.
Mis manos en sus testículos, acariciándolos, pidiéndoles más, agarrando lo que quedaba fuera de mí de su miebro, apretándolo para que empiece a latir como me gusta en el momento de descargarse dentro mío.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Las felicito por los relatos, debo admitir que me dejan a punto caramelo, como me exitaron!! yo me las imagino a todas juntas

azhelem dijo...

Che, aunque quiera recordar las bajs temperaturas del inverno, no está bueno esto de los azules en el blog.

:)

Ma'am dijo...

Vos decis? Queríamos hacer un cambio de look... a mi tampoco me convence, ya veremos que sale proximamente.